ani(a)mal
Tan cerca, a veces, crece ante mí en todo su esplendor, un animal en el que siempre he creído y que había olvidado. Cuántas veces callas de haber visto algo excepcionalmente asombroso: sus fauces sobre mi clamor, la potencia
Cuántas veces callas tú, animal dormido de mí, entre mi más piel
una; la última hasta que llegaste de nuevo.
Aún espero tu respuesta a mi señal, no hablaré más hacia ti
De cuántas formas callas tú, animal dormido de mí, ante mí
de todas una; la primera cuando te dejaste quedarme
todavía la primera cuando me acabe de ir
Te lo diré entonces,
una fue todas las veces que entré en ti
Así pu(e)de(s) abrir